LA FATIGA EN AVIACIÓN
La fatiga es un elemento previsto y ubicuo de la vida. Para
el individuo promedio, la fatiga representa un inconveniente menor que se
resuelve con una siesta o interrumpiendo cualquier actividad que la ocasionó.
Típicamente, no hay consecuencias significativas. Sin embargo, si esa persona
está involucrada en actividades relacionadas con la seguridad, como por ejemplo
conducir un automóvil, pilotear un avión, las consecuencias de la fatiga pueden
ser desastrosas.
Definir la fatiga en humanos es extremadamente difícil
debido a la gran variedad de sus causas. Las causas de fatiga pueden abarcar
desde el aburrimiento, hasta el esfuerzo físico extremo. En términos sencillos,
la fatiga se puede definir simplemente como cansancio. Sin embargo, desde un
punto de vista operacional, una definición más exacta quizás sea: “La fatiga es
una condición caracterizada por una sensación de incomodidad creciente con
reducción de la capacidad para trabajar, reducción de la eficiencia en cumplir
metas, pérdida de la capacidad para responder a estímulos, y usualmente está
acompañada por la sensación de cansancio y agotamiento.”
Los pilotos generalmente están
expuestos a factores estresantes como:
días laborales largos, disrupciones circadianas por volar de noche, cambios de
zonas horarias, entre otras. Estos factores
sumados con la carga laboral y la operación de vuelo un piloto se ven
reflejados en la probabilidad de sufrir un accidente. Cualquier persona fatigada va a exhibir los
mismos problemas: somnolencia, dificultad en concentrarse, apatía, sensación de
aislamiento, molestia, incremento del tiempo de reacción al estímulo, reducción
del funcionamiento mental de alto nivel, vigilancia disminuida, problemas de
memoria, fijación a la tarea, y aumento de errores mientras se ejecutan las
tareas. No es bueno que esto le suceda a un piloto. En varios estudios,
individuos fatigados de manera consistente no siempre reportaron que tan
cansados realmente estaban, de acuerdo con parámetros fisiológicos. Un
individuo cansado no reconoce en verdad el grado de su debilidad. Ningún grado
de experiencia, motivación, medicamento, café, o esfuerzo, pueden superar la
fatiga.
PREVENCIÓN.
Nadie
es inmune a la fatiga. Con todo, en nuestra sociedad, el establecimiento amplio
de medidas preventivas para combatir la fatiga es a menudo una meta muy difícil
de alcanzar. Los individuos, así como las organizaciones, con frecuencia
ignoran el problema hasta que ocurre un accidente. Y aun entonces, la
implementación de cambios duraderos no está garantizada. Los cambios en el
estilo de vida no son fáciles para los individuos, particularmente si esa
persona no está en completo control de la condición. Por ejemplo, los pilotos
comerciales deben lidiar con horarios de turno y con disrupciones del ciclo
circadiano. A menudo, también eligen recorrer distancias largas al trabajo, de
modo que para cuando el ciclo del trabajo comienza, ellos ya han viajado por varias
horas. Mientras que un piloto de aviación privada puede que no tenga que lidiar
con esto, el estilo de vida y otros factores pueden conducir a la fatiga. Por
consiguiente, los pilotos de aviación privada deben hacer todo el esfuerzo
posible para modificar los factores de estilo de vida personal que causan
fatiga.
MODIFICACIONES
DE ESTILO DE VIDA
NO
• Consuma alcohol o cafeína 3-4 horas antes de irse a
dormir.
• Consuma grandes comidas, justo antes de la hora de
dormir.
• Lleve preocupaciones del trabajo a la cama.
• Ejercite 2-3 horas antes de la hora de dormir. Mientras
que el ejercicio promueve un estilo de vida saludable, este no se debe hacer
antes de la hora de dormir.
• Use medicamentos para inducir el sueño (de receta médica
u otro medio).
SI
• Este consciente de los efectos secundarios que pueden
causar ciertos medicamentos, inclusive los que se pueden adquirir en forma de
venta libre – somnolencia o la vigilancia deteriorada son de particular
interés.
• Consulte a un médico para diagnosticar y para tratar
cualquier condición médica que está causando problemas con el sueño.
• Cree un ambiente confortable para las horas de sueño en
casa. Ajuste la calefacción o aire acondicionado según lo necesitado. Obtenga
un colchón cómodo.
• Cuando se encuentre viajando, seleccione hoteles que
proveen un ambiente confortable. • Propóngase alcanzar el hábito de dormir 8
horas en la noche. Cuando sea necesario, y si es posible, tome una siesta
durante el día, pero limite la siesta a menos de 30 minutos. Siestas más largas
pueden producir inercia del sueño, lo cual es contraproducente.
•
Intente establecer una rutina para concluir el día a la misma hora todos los
días. Esto establece una rutina y le ayuda conciliar el sueño más rápido.
• Si no puede caerse dormido dentro de 30 minutos de irse a
la cama, levántese y trate una actividad que ayuda a inducir el sueño (ver TV
no violenta, leer, escuchar música relajante, etc.).
• Obtenga pleno descanso y minimice factores estresantes
antes del vuelo. Si los problemas impiden una noche de sueño buena, reconsidere
el vuelo y pospóngalo como corresponde.
BIBLIOGRAFÍA
Elaborado por:
Psi. Karen Díaz Londoño
Comentarios
Publicar un comentario